Nacido en 1932, a sus 18 años migro desde Abruzzo (Italia) a la Argentina. Su espíritu aventurero lo llevó más tarde a Bolivia, donde gradualmente impulsó la industria de curtido de cuero exótico en la ciudad de Trinidad. Posteriormente se trasladó a Santa Cruz de la Sierra. En 1978 fundó una fábrica de artículos de cuero que pronto se convirtió en un referente local. Su pasión lo hizo regresar a Italia en 1980, para establecer una planta de fabricación de producto terminado, fomentando la formación de marroquineros bolivianos. Su legado se extiende más allá de sus exitosas empresas, ya que ha impulsado la capacitación de alrededor de 20 técnicos de curtidos y 50 artesanos en el arte de crear artículos de cuero exótico. A través de su compromiso inquebrantable hacia Bolivia, en 2001, junto con su esposa fundaron la Curtiembre y Marroquinería D’Addario, sucesora principal de más de 40 años de experiencia y artesanía italiana de lujo recolectada por él y quienes lo colaboraron.